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LEE TAMARGO

LEE Antonio Machado en Soria

LEE  Antonio Machado en Soria

   De cuando en cuando acostumbro a regalarme una breve escapada. En esta ocasión, coincidiendo con el final de mis vacaciones, me regalé una ruta literaria largamente postergada, unos días de viaje a Soria, donde pude comprobar in situ la huella perenne de Antonio Machado, el poeta sevillano convertido hoy en un icono de la ciudad castellana, que el año pasado aprovechó para recordar y reforzar su nexo de unión con el poeta, al conmemorarse el centenario de su llegada a Soria como profesor de Francés, ocupando por oposición, una vacante en el Instituto Técnico. Recorrí la calle El Collado, donde Machado se hospedó la primera vez que se acercó a Soria y que, posteriormente se trasladaría a otra calle cercana, a la calle Estudios, con motivo de la llegada de las tres sobrinas de la dueña de la pensión. Una de estas sobrinas era Leonor Izquierdo, de apenas catorce años, quien con un año más contraería matrimonio en la Iglesia de Santa María La Mayor, situada en pleno corazón de la Plaza Mayor, con un Antonio Machado de treinta y cuatros años; aquella diferencia de edad entre la pareja fue objeto de polémica, incluso el mismo día de la boda, cuando unas voces elevaron el tono contra el profesor y poeta, aunque sin mayor trascendencia.

   También recorrí el paseo a orillas del Duero que en tantas ocasiones el poeta realizaba solo o en compañía de su amada, compartiendo poemas, sentires y, con toda seguridad, incidencias cotidianas. La ermita de San Saturio, patrono de la ciudad se erige un poco más adelante, sobre los cimientos rocosos de la ladera; varios puentes atraviesan el río, donde no faltan los recuerdos que aluden al poeta, versos grabados en la roca, en placas, a cada paso, en las orillas, bajo la sombra de los álamos.

   En aquella etapa soriana el poeta acudía a las tertulias de la tarde en el Círculo de la Amistad, donde hoy sólo puedes entrar si eres socio o también a desayunar en la cafetería, dentro de un horario estipulado. En total fueron cinco años, pero esa etapa soriana es la que supuso la grandeza del poeta, quien reconocería posteriormente que en ningún otro lugar fue más feliz. Grandeza y tragedia. Cuando en un viaje a París, Leonor vomita sangre, descubren la enfermedad que afecta a la esposa del poeta; será la tuberculosis la que acabará con la vida de Leonor tres años después. Es la impotencia del poeta, quien confiesa en una carta a su amigo Unamuno, que habría preferido morir el primero, la que ha sustituído al milagro que Machado esperaba para su amor, el mismo que resucitaba al olmo herido por el rayo. Antonio Machado se traslada entonces a Baeza, Segovia, mucho antes de Guiomar, del exilio a Francia, de su enfermedad al otro lado de la frontera, de su muerte a orillas del mar en Collioure, tres días antes que su madre, quien le acompañaba, ligero de equipaje, como un españolito más.

   De regreso por esos campos de Castilla no pude evitar el eco de sus versos en mi memoria:

 

Yo voy soñando caminos

de la tarde. ¡Las colinas

doradas, los verdes pinos,

las polvorientas encinas!...

¿A dónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero

a lo largo del sendero...

-La tarde cayendo está-.

 

 

 

 

 

  ...Versos vivos, muy vivos. Gracias, poeta, hasta siempre...

   

 

 

http://entrerenglones.blogspot.com

 

10 comentarios

LeeTamargo -

...Gracias, Ascen, muy amable con tu lectura y palabras, amiga. Sí, Soria tiene el encanto de los lugares pequeños, donde aún se puede disfrutar de la poesía en vivo y en directo.
Esta vez me perdí en Calatañazor, pero me anoto el tuyo para la próxima...
GRACIAS A TI: LeeTamargo.-

Ascen -

Hola.. no sé como he llegado hasta aquí muy bien, quizás desde la Voz de la Palabra, pinchando sobre tu novela y me he detenido a leerte. Me llamó la atención la fotografía del Río Duero y la Ermita de San Saturio al fondo, y esos versos del poeta Machado que me encantan. Yo visito muchísimo Soria y también me paseo entre sus álamos rotos y heridos desde su muerte, y me parecen ecos de su memoria, lamentos y gritos de su vida y de su muerte.
Mi marido es de allí de ahí mis visitas a Soria, a veces 3 veces de escapada al año, a un pueblo perdido entre pinares: Cabrejas del Pinar.
Un saludo Lee y aprovecho para felicitarte por tus novelas y por tu gran carrera como escritor.

LeeTamargo -

...Tan desconocida que es la única ciudad española sin comunicación por autovía con el resto. Son varias las leyendas sorianas de Bécquer: "El Monte de las Animas" o "El rayo de luna", Charli, ya sabes que su esposa era soriana y que el poeta visitaba la ciudad. Además de Machado, también la presencia de Gerardo Diego queda patente a la orilla de ese río tan legendario. Soria es un tesoro poético, todo un regalo de fin de semana literario, que yo pensé que ya te había contado. Nunca es tarde, amigo, además me alegra encontrarte por aquí...
SALUDÁNDOTE: LeeTamargo.-

Charli -

Amigo Luis: no tenía idea de que te habías ido a Soria, una de las grandes desconocidas, tanto la ciudad y su entrono, como la provincia.
En mi primera visita a Soria, también paseé por las orillas del Duero y, te cuento una anécdota curiosa que igual ya te he comentado, cuando paseaba por las proximidades de la iglesia y claustro del antiguo convento templario, al salir de nuevo a la carretera, leí el nombre de la calle: "del Monte de las Ánimas" ¿te suena de algo?. . . Efectivamente, por el mismo lugar que paseo Machado (qué impresión me causó su casa de Segovia) también se perdió Becquer y, de hecho, escribió una de sus leyendas inspirada en aquel monte, montículo apenas, a cuya falda discurre el Duero. Fue una grata sorpresa darme cuenta de que casi estaba en el interior de una leyenda.
Un abrazo.

LeeTamargo -

...Nunca faltarán los escándalos, Mariose. Ahora, por ejemplo, a Machado lo juzgarían por abuso de menores. Lo que cambian los tiempos o las leyes o los amores o las gentes... GRACIAS, AMIGA:
LeeTamargo.-

MaRioSe -

¡Pues sí que se casaban jovencillas antes! Normal que levantara polémica... una menor de edad, con uno que podía ser su padre...
Pero supongo que por aquella época sí que hubiera levantado muchísima más polémica si fuera al revés: Una mujer de 34 con un chico de 14. Seguro que sonaría a escándalo.
Gracias por ilustrarnos.
Saludos

LeeTamargo -

...Bien, Anado, no veas todo lo que me he acordado durante este tiempo de Annlea, de ese espacio que brindaba la oportunidad de escribir y compartir. Desconozco lo que pasó con el sitio, pero encontraba
dificultades para volver a acceder; encontraba un foro, que no era lo mismo. Fíjate hasta qué punto me acordaba de aquella idea que no hace mucho creé un espacio en la siguiente dirección -que te remito-, en un intento de recuperar esa buena iniciativa para los amigos del escribir:

http://militeraturas.ning.com/group/entrerenglones

Por supuesto que ya me registrado en la nuevaAnnle.net; intentaré
participar en la medida de lo posible, ya que de vuelta al trabajo queda poco tiempo para atender al blog, la web y alguna que otra página en la que participo. Pero cuenta conmigo, Anado.
Gracias por acordarte; nunca me olvidé.
TE SALUDO:
LeeTamargo.-

Anado -

Hola Luis,

vengo de casa en casa. Te vengo buscando casi con la lengua fuera. Hemos vuelto a colgar Annlea pero esta vez en el dominio www.annlea.net .
No hace falta de que te espero allí.

Sigo contando contigo.

Un abrazo amigo.

LeeTamargo -

...Claro, Lina, en cierto modo, quien no cuente con este tipo de escapadas libremente elegidas está de verdad prisionero. El escritor además necesita de esta fuente, que le permite contactar de una forma más estrecha consigo mismo.
Por cierto, me resultó interesante tu blog, amiga..
TE SALUDO: LeeTamargo.-

Lina Nouel -

Hola, hoy cuando leo este escrito, me hizo recordar mi ETERNA JUVENTUD, por que así me considero, jajaja, nada de modestia, solo que tiene algo de relación con lo que vivi hoy precisamente cuando mencionas ese regalo de esa escapada de a un espacio muy de uno mismo y del el vivir a plenitud cada una de las situaciones presentadas para ese momento, cuando sali a mi rutina diaria de caminatas y ejercicios fue verdaderamente sentir LA PLENITUD DE LA VIDA, ya que la rutina quedo a un lado cambie de ruta y me fui a la montaña a paso rapido y un trote lento muy aeróbico cuando escuchaba cada anécdota de los acompañantes fue grato ya que éstas vivencias son las que cultivan realmente al Alma... Imaginate ese contacto tan rico con la Naturaleza ... Felicidades seguiré escrudiñando en tus escritos...