LEER A Menchu Gutiérrez:
Menchu Gutiérrez (Madrid, 1957) reaparece como un vendaval fresco de pura literatura. Nunca se ha ido, pero después de tres años sin apenas publicar -"Latente" (2002), fue su última novela- he ahí que regresa cargada de cosas que decir. Primero, en "Disección de una tormenta" (Siruela), obra que prolonga ese género tan bien armado que podría definirse como "narrativa simbólica" y que, sin remedio, constituye una punta de lanza en esa literatura que bucea en nosotros mismos y huye de cualquier concesión a lo comercial. Segundo, con su poemario "El ojo de Newton" (Pre-Textos), donde juega, como pocos, con la imaginación y las palabras. Y tercero, a partir del próximo lunes dirige un sorprendente y y variado "Seminario Interdisciplinar en torno a la idea de movimiento" en la Casa Encencida de Madrid.
-Usted lo abarca todo, como el movimiento...
-Me hace mucha ilusión ese seminario. Aunque también tengo un poco de temor... Pero estoy muy contenta de cómo lo he podido plantear. Será un acercamiento desde muchas perspectivas: la literatura de viajes, el paseo, el cine, la danza, el simbolismo... No sé cómo se me ocurrió, pero a mí me gusta relacionar las cosas y mis últimos artículos han girado sobre una palabra -transparencia, fuego, movimiento...- y buscarle múltiples significados, mirándola desde todos los aspectos posibles.
-Poéticamente, también, ¿no? Porque los últimos poemas de "El ojo de Newton" son eso, precisamente, múltiples miradas a una misma palabra.
-Exacto. Lo que intento es aún ir más allá. Y usar estas palabras -opaco, transparente, por ejemplo- e intentar que se comporten como nombres, adjetivo y adverbio de modo simultáneo. Mi intención perversa es que se comporten como las tres cosas a la vez. Yo creo que, al hacerlo, tienen una vibración especial. Y hasta reciben significados nuevos.
-¿No es este su libro de poesía más experimental?
-Éste es quizás el que se comporta más como un laboratorio, pero donde ya todos los ensayos se han hecho. Yo creo que es, sobre todo, un libro sobre el ojo de la imaginación, sobre todos los modos posibles de mirar como si fuera una mirada compuesta de todos los ojos que existen en nuestra naturaleza. Y todos los ojos, los humanos más que ninguno, son muy limitados y necesitan de los sentidos. Los ojos son también una fuente de engaño, aunque necesarios para vivir.
En medio de la vorágine comercial que viven las letras españolas, la obra de esta autora enlaza con el significado más profundo de la literatura: el simbolismo. Pocas obras novelísticas y poéticas son capaces de hacer que el lector mire hacia dentro de sí mismo reflexionando y cuestionándose.
-Usted lo abarca todo, como el movimiento...
-Me hace mucha ilusión ese seminario. Aunque también tengo un poco de temor... Pero estoy muy contenta de cómo lo he podido plantear. Será un acercamiento desde muchas perspectivas: la literatura de viajes, el paseo, el cine, la danza, el simbolismo... No sé cómo se me ocurrió, pero a mí me gusta relacionar las cosas y mis últimos artículos han girado sobre una palabra -transparencia, fuego, movimiento...- y buscarle múltiples significados, mirándola desde todos los aspectos posibles.
-Poéticamente, también, ¿no? Porque los últimos poemas de "El ojo de Newton" son eso, precisamente, múltiples miradas a una misma palabra.
-Exacto. Lo que intento es aún ir más allá. Y usar estas palabras -opaco, transparente, por ejemplo- e intentar que se comporten como nombres, adjetivo y adverbio de modo simultáneo. Mi intención perversa es que se comporten como las tres cosas a la vez. Yo creo que, al hacerlo, tienen una vibración especial. Y hasta reciben significados nuevos.
-¿No es este su libro de poesía más experimental?
-Éste es quizás el que se comporta más como un laboratorio, pero donde ya todos los ensayos se han hecho. Yo creo que es, sobre todo, un libro sobre el ojo de la imaginación, sobre todos los modos posibles de mirar como si fuera una mirada compuesta de todos los ojos que existen en nuestra naturaleza. Y todos los ojos, los humanos más que ninguno, son muy limitados y necesitan de los sentidos. Los ojos son también una fuente de engaño, aunque necesarios para vivir.
En medio de la vorágine comercial que viven las letras españolas, la obra de esta autora enlaza con el significado más profundo de la literatura: el simbolismo. Pocas obras novelísticas y poéticas son capaces de hacer que el lector mire hacia dentro de sí mismo reflexionando y cuestionándose.
*(Extraído de "Cultura y Espectáculos de La Razón", Febrero 2005).-
http://leetamargo.mybesthost.com/entrerenglones.html
10 comentarios
LeeTamargo -
GRACIAS A TI:
LeeTamargo.-
Brisa -
LeeTamargo -
GRACIAS A TI: LeeTamargo.-
Corazón... -
GRACIAS, por esta recomendación. No importa la cantidad de obras que haya publicado, pues como todo escritor debio dejar un trozo de su alma y corazón en cada letra... Que mejor que lo sepamos apreciar :)
Un saludo y gracias por compartir...
;o)
LeeTamargo -
GRACIAS, AMIGA: LeeTamargo.-
Lyzzie -
Besos!
LeeTamargo -
OK, SALUDANDO:
LeeTamargo.-
LeeTamargo -
GRACIAS A TI: LeeTamargo.-
odyseo -
Te saludo
Magda -
Siendo este libro de poesía que nos comentas "sobre todos los modos posibles de mirar" debe de estar excelente.
Te dejo un abrazo.