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LEE TAMARGO

LEE EN VERANO

LEE EN VERANO

   Escribir, leer, publicar… Un paso conlleva al otro y, de improviso, uno cae en la cuenta de que quedó atrapado en la red de este encantamiento que logra hacerte disfrutar escribiendo. Lejos de tratar de explicarlo o analizarlo uno prefiere explorar entre sus suertes no vaya a  ser que desaparezca y nos deje pasmados, con el bolígrafo en ristre, la tecla en el aire o la miel en los labios de lo que pudo haber sido y no se aprovechó. En un tramo del paseo uno se descubre lejos de casa, bastante adentrado en el bosque que prometía esperanzas y entonces, la noche, el silencio, la soledad del mundo editorial, ajeno a los deseos íntimos, hostil incluso en su rentabilidad exagerada que, como un monstruo voraz de números, ahuyenta letras, musas e ilusiones. El camino entonces bifurca sus opciones, pero todo se reduce a lo mismo: caminar, escribir, disfrutar del paseo…

    Es fácil escudar el fracaso tras los certámenes que no premian, pero tampoco representan ni son la única salida. De acuerdo, los méritos propios no ayudan en el espeso fragor de la selva, ni los mecenas caritativos surgen de la nada a cambio de lo mismo, pero la excursión puede vivirse de forma intensa porque el ejercicio y goce de la sensibilidad no precisa de permisos. Otros, en cambio, buscan senderos nuevos mientras sortean los obstáculos. Y así, algunos optan por autoeditar sus libros; cuidando los detalles del proceso de corrección puede llegarse a un claro del camino donde reposar con la satisfacción del sueño cumplido. En cualquier caso, nada es comparable al placer de escribir, de elaborar y desarrollar proyectos que salen al paso o que perseguimos –uno ya duda lo que fue primero-, sonámbulos de este mágico sortilegio que nos empuja, desvela y revela caminos, sueños, quimeras, poemas o relatos. Pero que nos cautivó; nos cautiva.

   Fruto de esos paseos iniciales, transmutados en viajes únicos y personales, quedaron mis tres libros publicados que, gracias al escaparate de Internet y al mundo del blog, puedo presentaros aquí:

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   ESCRITOS PARA VIVIR” fue el primero, mi primer libro de poesía. Me decidí a publicarlo en homenaje póstumo a mi querido amigo y profesor de Literatura, Román López Tamés, que tanto me animó a seguir escribiendo. Encargué a su hijo el prólogo del libro, por lo que, además de un recuerdo entrañable, esta publicación adquiere para mí especial significación. Recoge unos emotivos poemas donde el lenguaje coloquial introduce al lector en una atmósfera cálida, natural y amigable. Ya aquí incluí dos relatos breves, a modo de avanzadilla de lo que posteriormente sería la continuación de mis publicaciones.

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    ERA UN BOSQUE” llegó seis años después y representa la culminación e inicio de un proyecto: todos los relatos que me mantuvieron ocupado en años anteriores han crecido, han poblado el bosque y se disponen a hacer oir su voz, a dejarse leer. Se apuntan los primeros brotes de lo que será el desarrollo de mis temas principales; también incluye los escritos más tempranos, limpios, de inocente trazo que sólo persiguen el placer de leer, la mera espontaneidad del escribir desinteresado. La naturaleza en ellos cobra un papel protagonista. No falta un abordaje de la realidad social desde el desasosiego y la sinrazón de lo cotidiano hasta la injusticia laboral, fuente de insatisfacciones actuales. A su vez, la literatura fantástica nos muestra su lado atractivo al juguetear con la sensualidad; o bien se viste de misterio, al tiempo que roza la prosa poética y, así, algunos relatos fabulan entre realidad e imaginación, enganchándose en el ánimo del lector.

   Las tareas de corrección y el prólogo corrieron a cargo de Angelina Lamelas, también escritora y paisana, a quien conocí en un taller literario y con quien, enseguida, acabé por intercambiar el regalo de nuestros respectivos libros; en su día fue premiada por su obra “Un sombrero en el zaguán y otros relatos” que guardo con el tesoro de su dedicatoria.

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     A MEDIA DISTANCIA” es mi segundo libro de relatos breves, pero tercero publicado. Es un trabajo de tránsito, de puesta en marcha y camino andado, de viaje a media distancia. No será el último…

   En la primera parte, la temática de los relatos está marcada por los avatares del mundo laboral, las injusticias, incomprensiones y desmanes que asolan nuestro tiempo, donde el carácter autobiográfico se revela o transparenta, según la experiencia personal, pero que siempre subyace con autenticidad tras la ficción. La segunda parte del libro ya toca los temas que me son propios y que, enseguida, el lector reconocerá más acordes a mi estilo: descripciones oníricas, ensoñaciones poéticas o vivencias kafkianas, que ya encontrábamos en textos anteriores.

   En esta ocasión mi correctora de estilo fue Reyes Montero Garrido quien, además, supo ganarse mi admiración por la profesionalidad de la tarea realizada. Lo prologó el doctor Javier Doménech, amigo y escritor también que, como sólo un escritor sabe hacerlo, traduce en un alarde de erudición el color y las sensaciones que le llevan a tildar mi narrativa de literatura “pictórica”; todo un halago para mis letras.

    Además de mi obra poética, agrupada bajo el sobretítulo de "Poemágenes", sigo trabajando en la actualidad en una selección de relatos breves, al mismo tiempo que me adentro con concentradas incursiones en el campo de la novela, donde la prosa se tiñe también de esa dimensión poética emocional que caracteriza y da estilo a mi narrativa.

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  Este período estival se presta idóneo para escribir y, por supuesto, para la lectura. Si alguno/a así lo desea, puede encontrar mis libros en la librería virtual de Lulu.com

http://www.lulu.com/luistamargo


O en el catálogo de la Editorial Letra Clara

http://www.letraclara.com/index1_novela_y_narrativa.htm

 También podéis dirigiros a la dirección de correo electrónico:

librería@letraclara.com 

O venir personalmente a:

C/ Ardemáns nº 18, Primero Izquierda, 28028 Madrid.

Si lo deseas, puedes llamar a los teléfonos:

91 725 14 15 ó 91 356 67 00.

O bien pedirlos por email:

leetamargo@gmail.com

 

  

¡ FELICES LECTURAS, AMIGOS/AS !

http://www.lulu.com/luistamargo

 

12 comentarios

LeeTamargo -

...Bien hecho, Ody, precisamente leer y escribir deben llevarnos a ese "quién sabe". Nunca publicar debe ser un fin ni una obsesión...
GRACIAS A TI: LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Completar un ciclo pra iniciar otro, porque escribir también es natural. Gracias a ti, amigo Pablo A, por apreciarlo...
TE SALUDO: LeeTamargo.-

odyseo -

Hasta ahora siempre me he quedado con el leer y escribir. Pero quien sabe.
Enhorabuena a ti por tus tres preciosidades.
Buen verano

PabloA -

Escribir por escribir, pero también para ser leído y, así, que se cierre el círculo....

Enhorabuena por tus libros.

Un saludo.

PabloA

LeeTamargo -

...Nunca nos conformamos con un paso sino con el camino. Así es el escritor, Trini, un afortunado/a de amar lo que hace y de poder compartirlo...
GRACIAS, AMIGA: LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Gracias a ti, Comella. La lectura siempre nos devuelve a la temperatura ambiente. Feliz verano, amiga..
ME ALEGRO: LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Si de verdad te implicas escribiendo acabas por comprender que si no te leen falta algo, es lo que da sentido al trabajo realizado. Agradecido por tu apoyo, amigo Dino...
TE SALUDO: LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Claro, Solodelibros, por supuesto. Aunque en algún momento alguien tiene que escribirlos y darlos a conocer... OK, SALUDOS:
LeeTamargo.-

Trini -

Cierto es que escribir es magnifico, pero llega un momento en que el gusanillo del publicar se despierta. Afortunado ú que has podido realizar ese sueño.Enhorabuena

Un abrazo

Comella -

Haga frío o haga calor siempre es buen momento para leerte Luis. Un fuerte abrazo, cuídate ;)

Dinosaurio -

Enhorabuena, Lee, por haber conseguido publicar, con lo difícil que es para los escritores honestos como tu.
Porque, como dices, lo más importante es escribir, pero publicar es la guinda y ya verás como sigues publicando.
Saludos.

solodelibros -

Dices "escribir, leer, publicar...". Yo prefiero: leer, leer, leer. Y así hasta el infinito.