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LEE TAMARGO

EL DUENDE PARTICULAR

EL DUENDE PARTICULAR

     Al doblar la curva del río, entre la espesura de hayas, hay una gran piedra plana, redonda, semiroída en uno de sus cantos. Sentado en ella, apoyado sobre la cagiga milenaria puede contemplarse el río. El agua juega y arremolina espuma entre los surcos de las rocas enmohecidas. Un hilo de luz se asoma por el techo de hojas y, desde arriba, dibuja un arcoiris en la orilla, un manto multicolor que envuelve al hada del arpa, que danza y deja bailar sus dorados cabellos al sol, rodeada por un séquito de diminutos duendes, numerosos y curiosos, que se acercan y rodean la gran piedra plana. Algunos, de nariz arrugada, son feos y se esconden detrás de los árboles. El más bello se acerca y mueve los labios. No me habla, pero le escucho y, mientras se acompaña de suaves movimientos y ademanes delicados, me explica que lo veo porque soy niño. Se llama Particular, respondiendo a mi pregunta y continúa explicándome que él es el duende que me corresponde. Sí, de acuerdo al carácter de cada uno nos acompaña uno u otro duende y, por un instante, suspiro aliviado de que no sea uno de los que se ocultan tras las peñas. Con gestos elegantes se da prisa en aclararme que no somos niños siempre, que luego crecemos y es natural que así sea, pero que perdemos el alma niña y nuestro espíritu queda enturbiado por el tiempo. Después, un día, cuando contamos el secreto desaparece finalmente el hechizo.

   Aún resuena el eco del duende en mis recuerdos. A la entrada del río, hoy, un cartel de grandes letras se anuncia: "Se Vende Finca Particular"… Lleva ahí tantos años como los que yo anduve fuera del hogar. Ahora sé que no existe riqueza alguna capaz de comprar lo que ese bosque esconde. Y si lo hubiera, andaría igualmente sobrado de ignorancia al desconocer el verdadero valor de tesoro tan incalculable.

   Hoy espero al otro lado del puente y, desde la orilla, a veces veo llegar algún niño que regresa por el camino vecinal, junto al río. No parecen ni tristes ni alegres… Son sólo niños, verdaderos niños que el río contempla a su paso.

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*Es una Colección “Son Relatos”, © Luis Tamargo.-

http://leetamargo.blogspot.com

 

14 comentarios

LeeTamargo -

...No es cuestión de monedas ni se trata de comprar, OrtsSurez, para los niños resulta más natural...
SALUDANDO: LeeTamargo.-

jorge orts surez -

me gusta saber sobre los duendes quiero saber nombres de los duendes y quiro comprar la moneda del duende

LeeTamargo -

...Gracias por asomarte a este bosque encantado, amiga Isabel, por compartir duendes y misterio...
ME ALEGRO: LeeTamargo.-

Isabel -

He leído tu secreto pero no se lo voy a contar a nadie... tal vez pueda conservar de algún modo un poco de mi alma de niña, sin perturbar mi espíritu.

Amigo, de nuevo dando una vuelta por aquí, esperando disfrutar de tus temas con frecuencia. Estoy de regreso, estrenando nuevo sitio. He recopilado todo y espero seguir adelante.

Con la admiración de siempre,

LeeTamargo -

...Es un bosque que no se puede comprar, amiga White, aunque algunos lo desconocen, lo ignoran siempre... TE SALUDO:
LeeTamargo.-

white -

Espero que si alguien compra el bosque no le ponga puertas y los niños de cuerpo o espíritu, puedan seguir paseándose entre duendes.
Un abrazo.

LeeTamargo -

...Incluso cuando estamos del otro lado del puente y, a pesar de tantas ocupaciones, Trini, podemos seguir tendiéndoles la mano... GRACIAS A TI:
LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Me alegra, Muralla. Gracias, amiga, sabes que eres bienvenida...
SALUDÁNDOTE: LeeTamargo.-

Trini -

Niños que, como antes tú, vienen de ver a sus duendes. Pienso que en realidad jamás los dejamos de ver, sólo que nos rodean tantas cosas con los años, que no podemos atenderlos como se merecen...

Un abrazo
Precioso relato Lee

muralla -

Una vez má he disfrutado mucho con una tus historias...!
Bicos.

LeeTamargo -

...Por la cuenta que nos trae, amigo Dino, ya lo creo. Los que no tenemos salvación somos nosotros sin ellos y sin la magia...
GRACIAS A TI: LeeTamargo.-

LeeTamargo -

...Sí, Dari, nadie pierde la infancia del todo. Aunque a veces conviene que nos lo recuerden, amiga...
SALUDOS, NIÑA: LeeTamargo.-

Dinosaurio -

Esos bosques mágicos están cada vez más amenazados por el llamado "progreso". ¿Tu crees que conseguiremos salvalos?
Un abrazo.

Darilea -

El alma de los niños no creo que crezca. Sólo se resguarda en la fachada de personas maduras, pero en realidad. Quien pierde del todo la niñez?
Besitos de mi río donde la niña de ayer chapotea en sus orillas.