Leer a ANTONIO PARRA:
De entre las muchas tradiciones que puntean el mapa de la poesía, Antonio Parra (Murcia, 1954) se sitúa en aquella donde la reflexión sobre el tiempo es el motor de la palabras. Por su ideario de lector cruza una tribu de poetas que han hecho del silencio la tea irremediable de su escritura. Son aquéllos, con Leopardi en el centro, que levantan una voz laminada de meditaciones, dispuestos al naufragio metódico de la memoria, al gozo y al desamparo de descifrar en lo minúsculo la existencia agazapada.
El último libro de poemas de Parra, "Tardes de domingo" (Renacimiento) es un testamento de vitalismo trágico, una certeza de soledad que alumbra también el camino. "Estos son poemas que han nacido lentamente, cuando uno consigue apartarse de ese ruido que espanta a la poesía. Es una forma de mirar y detenerse, de meditar sobre la esencialidad del tiempo", dice. Y de ahí a la intriga de la muerte o al recuerdo de las selvas felices de la infancia.
Parra hace en su poesía el dibujo del desamparo, "pero sin afán de autobiografía, más bien desde esa poesía de la existencia que busca un equilibrio entre la emoción poética y la filosofía". Periodista, profesor y flamencólogo, el autor ha encontrado en Tardes de domingo "la expresión exacta de lo que quería decir, acercarme con el verso al misterio, a lo desconocido".
Es éste un libro delicado donde se dan cita fantasmas y ausencias, impresiones tatuadas en una tarde que se vence, "intentando atrapar esos instantes con la impotencia de saber que nada detiene el tránsito de los días". Lo que trazado Antonio Parra en "Tardes de domingo" es un itinerario simbólico, las coordenadas de un viaje por el hilo de aquello que sucede sin descanso, mirándolo de cerca, cercándolo en poemas como el sincero testimonio de un hombre que, como todos, se sabe solo.
*(Extraído de "El Mundo", por A. Lucas, 10 de Julio, 2005).-
http://entrerenglones.blogspot.com
El último libro de poemas de Parra, "Tardes de domingo" (Renacimiento) es un testamento de vitalismo trágico, una certeza de soledad que alumbra también el camino. "Estos son poemas que han nacido lentamente, cuando uno consigue apartarse de ese ruido que espanta a la poesía. Es una forma de mirar y detenerse, de meditar sobre la esencialidad del tiempo", dice. Y de ahí a la intriga de la muerte o al recuerdo de las selvas felices de la infancia.
Parra hace en su poesía el dibujo del desamparo, "pero sin afán de autobiografía, más bien desde esa poesía de la existencia que busca un equilibrio entre la emoción poética y la filosofía". Periodista, profesor y flamencólogo, el autor ha encontrado en Tardes de domingo "la expresión exacta de lo que quería decir, acercarme con el verso al misterio, a lo desconocido".
Es éste un libro delicado donde se dan cita fantasmas y ausencias, impresiones tatuadas en una tarde que se vence, "intentando atrapar esos instantes con la impotencia de saber que nada detiene el tránsito de los días". Lo que trazado Antonio Parra en "Tardes de domingo" es un itinerario simbólico, las coordenadas de un viaje por el hilo de aquello que sucede sin descanso, mirándolo de cerca, cercándolo en poemas como el sincero testimonio de un hombre que, como todos, se sabe solo.
*(Extraído de "El Mundo", por A. Lucas, 10 de Julio, 2005).-
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19 comentarios
donas -
pd: como donas cuando este escribiendo una novela y me pueda dedicar una.
LeeTamargo -
LeeTamargo.-
muralla -
Bicos. Muralla.
LeeTamargo -
TE SALUDO: LeeTamargo.-
Magda -
LeeTamargo -
OK, SALUDOS: LeeTamargo.-
LeeTamargo -
LeeTamargo.-
belle -
angel -
LeeTamargo -
OK, GRACIAS: LeeTamargo.-
LeeTamargo -
SALUDANDO: LeeTamargo.-
LeeTamargo -
LeeTamargo.-
LeeTamargo -
OK, GRACIAS A TI:
LeeTamargo.-
LeeTamargo -
LeeTamargo.-
lunaaaaa -
alma -
Gemuina -
Un saludín
Magda -
Besos.
Unda -